jueves, 10 de septiembre de 2009

El crepúsculo de las cinco pequeñas perras inhalando resistol

Una palabra basta perra
para cortarte el rabo
para apalearte
y dejar recostada tu espalda
sobre la carne cruda
de esta bestia amarilla
que soy cuando revienta
el día

Es de día
y las perras como tu han sido malas y herejes
desaparecen para criar en sus madrigueras
perras humedas que socarran el augurio
de las bajezas nocturnas entre los barrios

No me conoces
te acostumbraste a buscar resistol
para inhalar el crepúsculo
del musgo, del arroz y las vitaminas
que te medico el pediatra
sucia perra
no me conoces pero a cada perra
le llega su pedrada tierna
y tu tienes cinco hermanas
que comen como averiguan el paradero
de su criador

No me pondré a repetir cuanto
me hace falta el pelaje helado de tus piernas
(Redimidas como violenta azucena de los polos)
en las esquinas donde se vende la droga milagrosa
para subsistir en esta puta casa
maldita de la providencia
y los ebrios se divierten viendo
aparecer tu manda

El mundo entonces parece otra cosa
El mundo, podría ser cualquier otro mundo
lo sabemos y nos enferma
cualquier otra cosa, menos esta
donde queda el silencio
como suave viento lagrimoso
que vuela…

1 comentario:

  1. el ultimo parrafo esta con maaadre :D
    me gusta leer tu blog. siempre encuentro una joya.
    un abrazo, Joce

    ResponderEliminar